Las dos razones que nos mobilizaron para realizar este viaje fueron las siguientes:
- Nosotros teníamos que pasar la ITV al coche.
- Raúl y Elena viajaban a León.
El camino de Oporto a León no es demasiado largo, pero como teníamos tiempo decidimos visitar diferentes puntos del norte de Portugal y España.
La primera parada fue en Guimarães, una pequeña ciudad muy bonita, muy bien conservada y con mucha historia. Su centro histórico es Patrimonio Cultural de la Humanidad y durante el 2012 es la Capital Europea de la Cultura.
Lo primero que vimos al empezar la ruta turística por la ciudad es esta muralla con la inscripción "Aqui nasceu Portugal". Esta inscripción hace referencia a los primeros acontecimientos políticos y militares que originaron la identidad nacional. Además, aquí nació el primer Rey de Portugal, D. Afonso Henriques.
Callejeamos hasta llegar al epicentro de la ciudad, el Largo da Oliveira donde se encuentra la Iglesia y el Padrão do Salado, rodeados por unas casitas preciosas:
Pasamos por todos los callejones descubriendo interesantes tiendas de souvenirs, artesanía y hasta un herrero, que soldaba sin ningún tipo de protección en la cara y manos. Un tío duro que creaba esculturas de D. Afonso Henriques, escudos, monedas, etc:
Poco a poco subimos hasta el Palacio de los Duques de Bragança y al Castillo de Guimarães:
Desde arriba se apreciaba la panorámica de la ciudad y las verdes y forndosas montañas que la rodeaban.
De vuelta hacia el coche pasamos por el Largo República do Brasil y el Palacio - Centro Cultural Vila Flor:
Después de comer en un mini-restaurante de piedra por el módico precio de 5€/persona, salimos de esta maravillosa ciudad con dirección Braga.
Nos recomendaron pasar por Citania de Briteiros, donde se encuentran los restos de una ciudad de la Edad de Hierro. Sin embargo, no paramos porque una visita de esas requiere de tiempo y a nosotros aún nos quedaba camino para llegar al destino final del día.
En Braga dimos una vuelta por el centro histórico y al igual que Guimarães nos encantó.
Ambas ciudades son perfectas para abstraerse en sus parques, plazas o en la sombra de sus monumentos.
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