martes, 30 de octubre de 2012

La visita a las islas Berlengas



Aprovechando la visita de Jordi y Ray fuimos de excursión a las islas Berlengas. Estas islas pertenecen a Peniche y están a unos 15 km de la costa. Desde la Universidad se ven dos de los islotes principales salvo cuando aparece esa niebla tan densa. En el puerto de Peniche se inicia el viaje con una de las muchas compañías que existen.

Casualmente ese día el mar estaba movidito, con unas olas bastante importantes de hasta 2 metros. Pero no pasa nada, ahí estábamos nosotros dispuestos a todo y al menos el día era soleado. Nada más embarcar las caras de algunos pasajeros ya reflejaban su miedo y facilidad para marearse. Al menos el guía que nos acompañaba estaban bien preparado con bolsitas y chicles. Hasta salir del puerto todo fue bien, pero al salir a mar abierto las olas se empezaban a notar. Los primeros diez minutos todo eran risas y gritos de asombro por los movimientos de la embarcación. El  motor lo paraban cuando estábamos en la cresta de la ola y la sensación que daba cuando caíamos era como estar en lo alto de una montaña rusa y descender pero con gotas de agua salada salpicándote la cara. De todos los pasajeros Ray era el único valiente de pie y disfrutando de cada bote. Por mi parte el mareo fue innevitable, pues estaba rodeada por varias afectadas.


La excursión que contratamos nos llevó a la isla Berlenga Grande y allí una barquita nos paseó por una parte de la isla para mostrarnos las curiosidades que la isla alberga. Desembarcamos en la parte de la playa y paseamos hasta la Fortaleza, donde nos esperaba la barquita. De camino allí pasamos por el Faro y observamos toda la costa portuguesa. Desde allí el Faro de Peniche se ve pequeño, como el municipio en general. El paseo en barca fue corto pero interesante, vimos una roca que parece una ballena, otra que parece un elefante, también pudimos ver - de lejos, muy lejos - a la imagen del archipiélago, una ave que se parece a un pingüino. El agua es cristalina y en la barquita que íbamos podíamos ver el fondo marino, lleno de pepinos de mar, sargos, estrellas de mar y pececitos varios. Después del paseo nos tumbamos en la playa, comimos, tomamos el sol y nos bañamos porque el sol pegaba de lo lindo. Pero para no variar el agua estaba helada y hubo alguien que no se atrevió a meterse ¡hay que ver!

Arao común
  




La ballena
El elefante





La Fortaleza




















La vuelta fue mucho más tranquila y rápida. El mar se había calmado y pudimos disfrutar de la travesía en la popa del barco.


Cabo Carvoeiro y Nau dos Corvos, Peniche

La verdad es que es una buena excursión para pasar el día aunque a nuestro parecer hay un exceso de población de gaviotas. Es imposible librarte de sus meteoritos.

Las habitantes

La Fortaleza es una hospedería que utilizan principalmente los submarinistas que quieren exploran otras zonas de las islas con grutas y cuevas submarinas que permiten observar la vida de todas las especies que allí residen. Las mismas instalaciones de la Fortaleza también sirven para realizar cursos de verano sobre biología marina y terrestre.

La anécdota del día
Por el camino que nos llevaba hasta la Fortaleza vimos bastantes polluelos de gaviotas. Uno de ellos estaba muy cerca del camino y curiosos nosotros asomamos el hocico para verlo mejor. De repente escuchamos una especie de ladrido que nos sorprendió. Yo iba pasos más atrás y poco después vi caer una piedra sobre las cabezas de los chicos. Increíble pero cierto era la gaviota protegiendo a su polluelo. ¡Menudo genio!

El dato
En 2011 fue considerada Reserva Mundial de la Biosfera por la Unesco.

jueves, 25 de octubre de 2012

"HISTÓRIA DE PORTUGAL"

En el curso de portugués dimos un breve repaso a la historia de Portugal, lo cual despertó en mi un repentino interés por hacerme con un libro que  la narrase. Mi idea era adquirir un libro juvenil, con dibujitos y por supuesto escrito en portugués.

En Navidad visitamos por segunda vez la Librería Lello e Irmãos y fui directamente a la sección infanto-juvenil. Allí estaban, parecía que estuvieran esperándome. Tres preciosos libros, con unos dibujos increíbles y un texto sencillo.

 
  

Recuerdo que sólo tenía los 20€ que mi abuela me había dado días antes y sin dudarlo fui hacia Lucas con una gran sonrisa, le enseñé los libros y me compré el primero "De Viriato e os Lusitanos a Camões". Pensé que cada vez que fuese a Oporto me compraría uno. Y así fue, el tercero "Do final da Monarquia ao 25 de Abril", lo compré en la misma librería. Sin embargo el segundo "De D. Sebastão ao último rei" se resistió. Felizmente pude comprarlo en otra tienda pocos días antes de volver a España.

Ahora tengo aquí en Palma los libros. Me gusta leer sus historias y observar los dibujos. Algún día os contaré por aquí algunas de sus leyendas o acontecimientos históricos.

domingo, 21 de octubre de 2012

São Martinho do Porto

Era mediados de febrero cuando nos acercamos a São Martinho do Porto, un pueblecito costero con mucho encanto. Lo característico de esta población es su bahía en forma de concha abierta al océano por apenas 250 metros. Esta particularidad hace que las olas entren en la bahía de forma suave y que la temperatura del agua sea un pelín más elevada que en el resto de playas de esa zona.


Afortunadamente, a este lugar aún no ha llegado la construcción masiva y destructiva. Salvo dos torres de apartamentos, el resto de edificios son casas bajas y más o menos mantienen la estética típica de los pueblos marineros.


Otra curiosidad de este lugar es la inmensa duna que se ve en la parte izquierda de la foto de arriba. ¡¡¡Entran unas ganas de estar arriba y tirarte al estilo croqueta increíbles!!!

Fueron muchas las veces que recorrimos su paseo, subimos al mirador y nos acercamos al embarcadero. Sin embargo, de lo que realmente queríamos era que llegase el verano para poder disfrutar de su extensa playa. Y llegó el día. Un día estupendo y en el que pudimos permanecer en aguas atlánticas más de cinco minutos sin miedo a una hipotérmia. ¡Genial!

La playa tenía un montón de casetas para refugiarte del sol, del viento y de la arena, un gran invento que nos permitió comer esta estupenda paella valenciana. ¡Qué arte!


 Esto sí que es comer paella a beira mar

miércoles, 17 de octubre de 2012

Un rincón de Alfama

Entre los números 178 y 180 de la Rúa Madalena (Lisboa) suben las escaleras a uno de mis rincones favoritos de la ciudad. Lo encontramos un día de casualidad y siempre que íbamos intentábamos pasar por allí. Una obra de arte:

Click encima de la foto para verlas en grande ;)




Ese florero me recordó a mi amiga
L.Vicario

lunes, 15 de octubre de 2012

Estamos de vuelta

Familiares y amigos cercanos saben que hemos cambiado nuestro lugar de residencia, pero ello no significa que dejemos de lado este blog. El tiempo que hemos estado sin publicar nos dedicamos a disfrutar y descubrir nuevos lugares increíbles del país. Así que a partir de ahora retomaremos el hábito de escribir para relataros nuevas historias sobre Portugal desde otro destino maravilloso, Palma de Mallorca.