lunes, 16 de enero de 2012

Café Âncora d'Ouro o "Piolho" en Oporto


Uno de los sitios que recomendamos para comer en Oporto es el Café d'Ouro. Este bar-restaurante situado en la Praça de Parada Leitão (junto antigua Facultad de Ciencias - hoy Museo de Historia Natural) lleva abierto más de 100 años, es una de las cafeterías más antiguas de la ciudad y fue la primera en tener electricidad, televisión y en adquirir la máquina de café italiana marca "Cimballi".

Cuando entras en el bar, a mano derecha hay un cuadrado-quiosco, muy peculiar. Las mesas están casi todas juntas, formando largos pasillos. Una vez te sientas, lees la carta y pides empiezas a mirar a tu alrededor y te das cuenta que de las paredes cuelgan  lápidas. Ante el asombro, te fijas bien y lees. Son obsequios de los estudiantes, de las promociones de medicina y otras titulaciones que se impartían en el edificio de enfrente, esa antigua universidad. Las placas las regalan en agradecimiento a todos los buenos momentos vividos en aquel bar. Conmovedor e inquietante, por aquí ha pasado mucha gente y se han vivido muchas cosas. Esta es una de las razones para comer aquí.

El otro motivo es probar uno de los platos típicos de la ciudad, la francesinha, una marranada de las buenas. Se trata de un sándwich relleno de longaniza, bacon, mortadela, jamón, filete de vaca o lomo de cerdo, cubierto de queso derretido y un huevo frito. Todo esto encima de una salsa picante y acompañado por un plato de patatas fritas. Evidentemente se come con chuchillo y tenedor.
La primera vez que la probamos (una por persona, si vas con mucha hambre), nos bebimos casi un litro de cerveza cada uno, para que pudiera pasar todo aquello y para aliviar el picante. Después de este espectáculo de grasas y carne lo mejor es echarte una siesta.
¿Qué os parece?
Esta es una de las cosas típicas de Oporto.
Así que hay que probarla.

Como curiosidad, decir, que una página americana sobre destinos turísticos, consideró la francesinha como uno de los 10 mejores sándwiches del mundo.




5 comentarios:

  1. Aaarrrrggggghhhhhh!!!!!!! Me siento como Homer Simpson en estos momentos!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Jaja, qué bien lo sabes!!! Es que está buena esta marranada!!! XD

    ResponderEliminar
  3. Es una buena idea colgar lápidas en los restaurantes. Uno come más y mejor cuando sabe que llegará el día en que no podrá hacerlo. Carne para la carne.

    ResponderEliminar
  4. Petrarca, me ha gustado mucho tu reflexión. Jur jur jur

    ResponderEliminar
  5. Jolín, uno de esos me gustaria probar a mi en uno de esos dias de resaca en los ke el cuerpo solo pide marranadas!!!! mmm.. jajaja....y luego a perrear en el sofa todo panchitos...

    ResponderEliminar